¿Qué es la auditoría fiscal?
La auditoría fiscal, o auditoría tributaria, se utiliza en el ámbito del derecho público como sinónimo de inspección fiscal. Se define como una técnica o método que verifica y analiza hechos vinculados a los actos de carácter tributario; es decir, con esta auditoría se tiene el control e inspección de la situación tributaria de personas físicas o morales.
Las auditorías fiscales tienen la finalidad de verificar si el contribuyente cumple o no con sus obligaciones tributarias.
En una auditoría fiscal se analizan y evalúan:
- Registros contables.
- Movimientos diarios.
- Documentación con información relativa a las operaciones que se realizan.
*Los periodos en términos fiscales van de año en año.
Principales objetivos de la auditoría fiscal:
- Comprobar que los saldos del pasivo del balance, correspondan a deudas pendientes de pago en Hacienda Pública, tomando en cuenta la fecha de cierre del ejercicio.
- Valorar los saldos deudores a la Hacienda Pública, de acuerdo a los principios contables y la normativa fiscal.
- Verificar que las cuentas, entre el activo y el pasivo, se encuentren clasificadas adecuadamente en el balance de situación.
- Tener el control de contabilizar las reclamaciones levantadas por la Administración Pública, en caso de que existan.
- Evaluar que los procedimientos se realicen cumpliendo con la normativa legal establecida.
Existen 3 formas de realizar auditorías por el SAT:
- Revisión electrónica.
- Visitas a domicilio del contribuyente.
- Documentación que acredite su cumplimiento fiscal.
El auditor fiscal es quién se encarga de comprobar que las declaraciones, que han sido realizadas por el contribuyente, sean correctas en Hacienda Pública; es decir, que los pagos de impuestos se hayan cumplido y todo esté en orden.
Una vez que el auditor obtiene y analiza la información recabada, debe realizar un dictamen llamado informe de auditoría, detallando toda la información investigada y aportando comentarios y opiniones propias.
Una auditoría fiscal tiene una duración de 12 meses hasta ser concluida, después del término el contribuyente tiene 20 días para explicar las conclusiones del fisco, esto en caso de ser necesario. Cuando termina este plazo, el fisco tiene 6 meses para notificar al contribuyente su crédito fiscal, en él se incluyen multas, recargos y actualizaciones generadas por incumplimiento.
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